Dos bosques en Piura son reconocidos como Área de Conservación Privada

Los bosques de Nogal y Puentecilla han sido reconocidas por un período de 10 años por el Ministerio del Ambiente, como una Área de Conservación Privada (ACP), para conservar los recursos que los bosques seco interandino y nublado proveen en beneficio de las comunidades de la sierra piurana.

Mediante Resolución Ministerial se establece esta ACP en una superficie de 32.78 hectáreas, en el distrito y provincia de Ayabaca, a iniciativa de la comunidad campesina de Cujaca, convirtiéndose así en un modelo de conservación para otras comunidades con ecosistemas similares.

Bosque de Nogal y Bosque de Puentecilla se sitúa entre el sitio prioritario Olleros y el valle Quiroz, por lo que conforma una de las áreas que forma parte de la distribución de la pava barbada, especie categorizada como en estado de peligro.

Por esta razón, esta ACP cumple un rol esencial en el mantenimiento de las poblaciones de esta especie y en el corredor biológico de su distribución.

Esta área corresponde a dos ecosistemas: el bosque seco y el bosque de neblina, zonas de bosques fragmentados en donde habitan especies como el puma con color y el zorro andino, cuya presencia indica el buen estado de conservación de esta zona.

La importancia ambiental de estos ecosistemas recae en la variedad de hábitats que presenta y que sirven la reproducción y alimentación de diversas especies de importancia ecológica y comercial.

Según los estudios de biodiversidad desarrollados en esta zona en el 2013, se registraron 90 especies de flora entre las que se encuentran la oreopanax raimondi, especie endémica del Perú y otras utilizadas para la medicina como el llanten, la pununga de cienego y la ortiga.

Además esta área brinda diversos servicios ambientales en beneficio de las comunidades locales como el abastecimiento de agua, el control de erosión y retención de sedimentos y la regulación climática.

El Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), de la mano con el Ministerio del Ambiente trabaja de manera estratégica en el reconocimiento de las Áreas de Conservación Privada como una oportunidad para las comunidades o propietarios privados que deseen iniciar el desarrollo de actividades económicas bajo un enfoque de responsabilidad social y ambiental.