La Festividad de la Santísima Cruz del 3 de Mayo de Huancané, en la región Puno, fue declarada Patrimonio Cultural de la Nación por el Ministerio de Cultura, al haber mantenido su vigencia debido a profundo y complejo significado de devoción religiosa a la imagen de la Cruz y al espacio con el que esta se relaciona, así como por ser emblema de la cosmovisión e identidad local.
La respectiva Resolución Viceministerial publicada el pasado 5 de setiembre en el boletín de Normas Legales del diario El Peruano, señala que la Festividad de la Santísima Cruz del 3 de Mayo de Huancané, fusiona prácticas religiosas y rituales así como tradiciones artísticas de los mundos andino y cristiano; participando la población local en diversos roles de la organización de la festividad y en las expresiones de devoción.
La celebración está centrada en la Cruz, como uno de los más importantes símbolos cristianos que representa el sacrificio de Jesús de Nazaret y el pacto que se establece, según esta tradición, entre Dios y los hombres. La Cruz representa la pesada carga de los pecados humanos, asumidos en penitencia por el hijo de Dios, y es por tanto un símbolo de amor entre Dios Padre y su pueblo.
Esta festividad coincide con el fin de la época de lluvias y la floración de los campos de cultivo, lo cual constituye un momento importante para las poblaciones que basan su subsistencia y su economía en la agricultura.
Según la tradición oral, la Fiesta de la Santísima Cruz del 3 de Mayo de Huancané se inicia a partir del descubrimiento que un campesino hace de lo que parecía ser una Cruz enterrada, muy cerca de las faldas del cerro Poccopaca, lugar sagrado para los pobladores de esta zona desde épocas prehispánicas.
Al convocar a los vecinos, ellos confimaron el hecho y se organizaron para desenterrar, con apoyo del párroco, el hallazgo que consideraron milagroso. Con el tiempo, se fomentó la creación de un grupo encargado del mantenimiento y custodia de la Cruz denominado los alferados, pareja de esposos o hermanos, siempre un hombre y una mujer, quienes se ofrecen voluntariamente a hacerse cargo de la organización y financiamiento de la fiesta.
Diversas comparsas de sikuris participan activamente de la celebración acompañando a las imágenes durante todos los días en los que se las venera. Estas comparsas están formadas por un centenar de músicos, quienes tocan zampoñas o sikus. Este conjunto se organiza en torno a un tambor o bombo. Del mismo modo participan agrupaciones de comparsas autóctonas como puli pulis, o chirihuanos, entre otras;
Huancané es una de las trece provincias de Puno, ubicada a orillas del Lago Titicaca y frontera con Bolivia. Gran parte de sus aproximadamente 70,000 habitantes se dedican a labores agropecuarias por lo que la interacción con la tierra y el clima son fundamentales para su vida y desarrollo.