El Gobierno declaró Patrimonio Cultural de la Nación a los conocimientos, saberes y prácticas asociadas al bordado en el valle del Colca, en la provincia de Caylloma, departamento de Arequipa, por la importante riqueza técnica, valor histórico, tradicional y artístico de los contenidos iconográficos y simbólicos que estos comunican, los mismo que se encuentran fuertemente enraizados en la cosmovisión Collagua y Cabana, como parte de un proceso de empoderamiento de la identidad cultural de la población del valle del Colca.

De acuerdo a la Resolución Viceministerial del Ministerio de Cultura publicada el 15 de agosto, que oficializó la declaratoria, en sus considerando señala que primero se introdujeron los bordados en las vestimentas de las mujeres y posteriormente se fue extendiendo hacia diversas prendas artesanales desarrolladas con fines comerciales.

Según los tejedores más antiguos, las máquinas de coser Singer y de otras marcas llegaron al valle del Colca en la década de 1940. La máquina de coser, sumada a la habilidad y memoria del artesano en el manejo de la tela bajo la aguja de la máquina, permite el desarrollo de los maravillosos bordados de los trajes femeninos; pues es la mano del bordador quien dirige la aguja y la tela para lograr los campos estructurales y los diseños iconográficos realizados en las prendas de vestir que lucen las mujeres del valle del Colca.

El bordado en el valle del Colca es importante porque constituye una noble innovación cultural de mestizaje andino acorde con la modernidad del siglo XX, una feliz determinación de una fina sensibilidad artistica que, sin afectar su estructura social, económica y cultural permitió a la población continuar afirmando su identidad y vivir con plenitud.

Estos bordados son una de las formas de expresión de una cultura mestiza empoderada y son parte central del traje de la danza Wititi la misma que ha sido declarada Patrimonio Cultural de la Nación en el 2009.

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