El Ministerio de Cultura declaró como Patrimonio Cultural de la Nación a los conocimientos y prácticas relacionadas al tejido y uso de la manta blanca en las provincias de Huánuco y Pachitea, departamento de Huánuco.
Así lo precisa la Resolución Viceministerial publicado el lunes 27 de noviembre en el boletín de Normas Legales del Diario Oficial El Peruano, que resalta que esta declaratoria es un reconocimiento a una tradición textil que se encuentra plenamente instituida en los usos y costumbres de la población, en especial de los distritos de Panao, Umari, Molino, Chaglla y Churubamba.
El Ministerio de Cultura indica que esta manifestación cultural acompaña el ciclo vital y constituye un elemento con un fuerte valor simbólico para la identidad cultural de sus portadores.
En Panao destaca también la manta blanca –haku, en quechua-, la cual sobresalía por sus hilos delgadísimos, por la habilidad de la mujer en el hilado, similar a los estándares del tejido prehispánico.
Resalta que esta tela solo se podía conseguir en el telar de cintura porque el telar a pedales español “no ha desplazado a la kallwa porque no es posible emplear el telar de pedales en la manufactura de piezas pequeñas, ni en la de piezas tan finas y delicadas como son las haku”. La haku o manta, era la prenda más característica de la mujer, pero la más se llama llanuhaku porque tiene los hilos más delgados, a ella se aplica la saksa, compuesta de hilos trenzados en el contorno de la tela.
El informe describe que la manta blanca es un tejido llano balanceado de algodón, carente de decoración, es una tela conformada por el cruzamiento intercalado de los hilos horizontales de la trama con los hilos de las urdimbres dispuestos verticalmente en el telar de cintura. Esta se teje en seis días, a razón de unas diez horas diarias. Una vez terminada la manta en el telar, se procede al ribeteado denominado saksa, pequeña cinta tejida con aguja y tres hilos, el cual se adhiere en el contorno de la manta.