Por ser una rica y compleja celebración popular de devoción católica, el Ministerio de Cultura resolvió declarar Patrimonio Cultural de la Nación a la Festividad del Niño Jesús de Año Nuevo del distrito de Andahuaylas, departamento de Apurímac.

Mediante resolución viceministerial, publicada el jueves 25 en la separata de normas legales del diario El Peruano, se destaca esta festividad por estar sustentada en una red de relaciones de parentesco, amistad y paisanaje, así como por la variedad de las comparsas de baile que representan el microcosmos social y étnico de la historia regional.

Según el expediente presentado, esta secuencia fue creada hacia 1890 por iniciativa de la parroquia de Andahuaylas, entonces perteneciente a la diócesis de Ayacucho.

En esta fiesta participan numerosas comparsas de baile, que representan a diversos personajes que bailan y cantan en homenaje y adoración al Niño Dios, los mismos que son especialmente contratados por el “carguyoq” y sus colaboradores para dar realce a la fiesta.

La fiesta se inicia antes del alba del 30 de diciembre, con el denominado “quñuricuy” (reunirse).

La imagen del Niño Jesús de Año Nuevo de Andahuaylas, aún sin sus trajes y acompañada por las comparsas de músicos y bailarines, es llevada a la casa del “carguyoq” donde será velada durante la noche por los feligreses locales.

El 31 de diciembre es la “Entrada”, en la cual se realiza el ingreso de las imágenes del Niño, María y José al templo principal del pueblo.

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